Casa de Barro
Taller Mariangel Olivares Herrera
Mariangel Olivares Herrera: Un Viaje por el Realismo Mágico del Valle de Elqui
Mariangel Olivares Herrera, pintora, escultora y artista textil, se ha consolidado como una de las figuras más destacadas del realismo mágico en Chile. Nació en el pintoresco pueblo de Vicuña, en el Valle de Elqui, un cálido febrero del año 1959. Desde su llegada al mundo, estuvo rodeada por la mística y serenidad de los pequeños pueblos de Elqui, como Paihuano, Pisco Elqui, Gualliguaica, y Vicuña, lugares que imbuirían su obra con una esencia única e inconfundible.
Proveniente de una familia dedicada a la agricultura y ganadería, Mariangel vivió una niñez y juventud inmersa en la naturaleza y tradiciones rurales del campo chileno. Los caballos, las flores cultivadas por su madre y sus primeros amores juveniles se convirtieron en elementos recurrentes en su arte. Esta influencia se puede apreciar en la simplicidad y profundidad de sus creaciones, donde la vida cotidiana del campo se entrelaza con mundos imaginarios.
Al igual que Marc Chagall, Mariangel tiene la habilidad de elevar a los personajes y elementos de su propia biografía, liberándolos de cualquier formalismo académico y dando rienda suelta a su imaginación. En sus pinturas, personajes reales se mezclan con seres imaginarios, generando escenarios en los que las proporciones y colores responden únicamente a su instinto artístico. Los colores, irreales y vibrantes, dotados de vida propia, son una manifestación de su estilo innato y la rusticidad de sus pinceles.
La obra de Gabriela Mistral ha sido una fuente constante de inspiración para Mariangel. Compartiendo con la poetisa no solo su pueblo natal de Vicuña, sino también las montañas, el río, los cielos, aromas y sabores del Valle de Elqui, Mariangel ha logrado plasmar en sus creaciones esa misma nostalgia y amor por la tierra natal. Al igual que Mistral, Mariangel ha vivido el exilio de su querido Elqui, experiencia que ha profundizado aún más los sentimientos y emociones presentes en su arte.
A lo largo de sus 42 años de carrera artística, Mariangel ha trabajado con diversos materiales, incluyendo pintura, escultura, textiles y cerámica con tierra de los cerros de Elqui. Su diversidad de técnicas y materiales refleja su versatilidad y compromiso con la exploración artística. Sus obras no solo han sido exhibidas en numerosas exposiciones, sino que también se encuentran en colecciones privadas tanto en Chile como en diversos países.
Hace 20 años, Mariangel regresó a su amado Valle de Elqui, estableciendo su hogar y estudio en la "Casa de Barro", una granja que también sirve como galería permanente de su arte. Aquí, en este refugio creativo, continúa desarrollando su trabajo y organizando múltiples exposiciones a través de la "Galería Elqui", la cual dirige con dedicación. Esta galería ha servido como plataforma para numerosos artistas locales y nacionales, promoviendo el arte en la región y generando un espacio de encuentro y colaboración.
Además de su labor artística, Mariangel ha contribuido significativamente al ámbito social, colaborando con importantes centros de arte para personas con capacidades diferentes. Su involucramiento en estos proyectos demuestra su compromiso con la inclusión y su convicción de que el arte debe ser accesible para todos.
En resumen, la obra de Mariangel Olivares Herrera es un tributo al realismo mágico del Valle de Elqui, un reflejo profundo de la vida rural y los paisajes que la vieron crecer. Su capacidad para transformar lo cotidiano en escenas de ensueño, combinando realidad e imaginación, ha dejado una huella imborrable en el panorama artístico chileno. Con una carrera llena de logros y reconocimientos, Mariangel sigue siendo una fuente de inspiración y un testimonio viviente del poder transformador del arte.
Mariangel Olivares Herrera, pintora, escultora y artista textil, se ha consolidado como una de las figuras más destacadas del realismo mágico en Chile. Nació en el pintoresco pueblo de Vicuña, en el Valle de Elqui, un cálido febrero del año 1959. Desde su llegada al mundo, estuvo rodeada por la mística y serenidad de los pequeños pueblos de Elqui, como Paihuano, Pisco Elqui, Gualliguaica, y Vicuña, lugares que imbuirían su obra con una esencia única e inconfundible.
Proveniente de una familia dedicada a la agricultura y ganadería, Mariangel vivió una niñez y juventud inmersa en la naturaleza y tradiciones rurales del campo chileno. Los caballos, las flores cultivadas por su madre y sus primeros amores juveniles se convirtieron en elementos recurrentes en su arte. Esta influencia se puede apreciar en la simplicidad y profundidad de sus creaciones, donde la vida cotidiana del campo se entrelaza con mundos imaginarios.
Al igual que Marc Chagall, Mariangel tiene la habilidad de elevar a los personajes y elementos de su propia biografía, liberándolos de cualquier formalismo académico y dando rienda suelta a su imaginación. En sus pinturas, personajes reales se mezclan con seres imaginarios, generando escenarios en los que las proporciones y colores responden únicamente a su instinto artístico. Los colores, irreales y vibrantes, dotados de vida propia, son una manifestación de su estilo innato y la rusticidad de sus pinceles.
La obra de Gabriela Mistral ha sido una fuente constante de inspiración para Mariangel. Compartiendo con la poetisa no solo su pueblo natal de Vicuña, sino también las montañas, el río, los cielos, aromas y sabores del Valle de Elqui, Mariangel ha logrado plasmar en sus creaciones esa misma nostalgia y amor por la tierra natal. Al igual que Mistral, Mariangel ha vivido el exilio de su querido Elqui, experiencia que ha profundizado aún más los sentimientos y emociones presentes en su arte.
A lo largo de sus 42 años de carrera artística, Mariangel ha trabajado con diversos materiales, incluyendo pintura, escultura, textiles y cerámica con tierra de los cerros de Elqui. Su diversidad de técnicas y materiales refleja su versatilidad y compromiso con la exploración artística. Sus obras no solo han sido exhibidas en numerosas exposiciones, sino que también se encuentran en colecciones privadas tanto en Chile como en diversos países.
Hace 20 años, Mariangel regresó a su amado Valle de Elqui, estableciendo su hogar y estudio en la "Casa de Barro", una granja que también sirve como galería permanente de su arte. Aquí, en este refugio creativo, continúa desarrollando su trabajo y organizando múltiples exposiciones a través de la "Galería Elqui", la cual dirige con dedicación. Esta galería ha servido como plataforma para numerosos artistas locales y nacionales, promoviendo el arte en la región y generando un espacio de encuentro y colaboración.
Además de su labor artística, Mariangel ha contribuido significativamente al ámbito social, colaborando con importantes centros de arte para personas con capacidades diferentes. Su involucramiento en estos proyectos demuestra su compromiso con la inclusión y su convicción de que el arte debe ser accesible para todos.
En resumen, la obra de Mariangel Olivares Herrera es un tributo al realismo mágico del Valle de Elqui, un reflejo profundo de la vida rural y los paisajes que la vieron crecer. Su capacidad para transformar lo cotidiano en escenas de ensueño, combinando realidad e imaginación, ha dejado una huella imborrable en el panorama artístico chileno. Con una carrera llena de logros y reconocimientos, Mariangel sigue siendo una fuente de inspiración y un testimonio viviente del poder transformador del arte.
Mariangel Olivares Herrera
993342785
Mariangelolivares@gmail.com
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